miércoles, 7 de marzo de 2018

Alabanzas al Creador y Preservador (Salmos 33)/ Proclamando a Cristo crucificado (1 Corintios 2)



Salmos 33

Alabanzas al Creador y Preservador

1 Alegraos, oh justos, en Jehová;
En los íntegros es hermosa la alabanza.
2 Aclamad a Jehová con arpa;
Cantadle con salterio y decacordio.
3 Cantadle cántico nuevo;
Hacedlo bien, tañendo con júbilo.
4 Porque recta es la palabra de Jehová,
Y toda su obra es hecha con fidelidad.
5 El ama justicia y juicio;
De la misericordia de Jehová está llena la tierra.
6 Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos,
Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.
7 El junta como montón las aguas del mar;
El pone en depósitos los abismos.
8 Tema a Jehová toda la tierra;
Teman delante de él todos los habitantes del mundo.
9 Porque él dijo, y fue hecho;
El mandó, y existió.
10 Jehová hace nulo el consejo de las naciones,
Y frustra las maquinaciones de los pueblos.
11 El consejo de Jehová permanecerá para siempre;
Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.
12 Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová,
El pueblo que él escogió como heredad para sí.
13 Desde los cielos miró Jehová;
Vio a todos los hijos de los hombres;
14 Desde el lugar de su morada miró
Sobre todos los moradores de la tierra.
15 El formó el corazón de todos ellos;
Atento está a todas sus obras.
16 El rey no se salva por la multitud del ejército,
Ni escapa el valiente por la mucha fuerza.
17 Vano para salvarse es el caballo;
La grandeza de su fuerza a nadie podrá librar.
18 He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen,
Sobre los que esperan en su misericordia,
19 Para librar sus almas de la muerte,
Y para darles vida en tiempo de hambre.
20 Nuestra alma espera a Jehová;
Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
21 Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón,
Porque en su santo nombre hemos confiado.
22 Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros,
Según esperamos en ti.


1 Corintios 2

Proclamando a Cristo crucificado

1 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el
testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de
sabiduría.
2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a
Jesucristo, y a éste crucificado.
3 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor;
4 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de
humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,
5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los
hombres, sino en el poder de Dios.

La revelación por el Espíritu de Dios
6 Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado
madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este
siglo, que perecen.
7 Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta,
la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria,
8 la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si
la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de
gloria.
9 Antes bien, como está escrito:
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,
Ni han subido en corazón de hombre,
Son las que Dios ha preparado para los que le aman. m
10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el
Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino
el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie
conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el
Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos
ha concedido,
13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por
sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu,
acomodando lo espiritual a lo espiritual.
14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del
Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede
entender, porque se han de discernir espiritualmente.
15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es
juzgado de nadie.
16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá?
Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.

La dicha del perdón (Salmos 32)/Cristo poder y sabiduría de Dios (1 Corintios 1:18-31)



Salmos 32
La dicha del perdón
1 Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y
cubierto su pecado.
2 Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad,
Y en cuyo espíritu no hay engaño.
3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos
En mi gemir todo el día.
4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;
Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah
5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.
Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová;
Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah
6 Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser
hallado;
Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas
a él.
7 Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;
Con cánticos de liberación me rodearás. Selah
8 Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos.
9 No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento,
Que han de ser sujetados con cabestro y con freno,
Porque si no, no se acercan a ti.
10 Muchos dolores habrá para el impío;
Mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia.
11 Alegraos en Jehová y gozaos, justos;
Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.

Cristo, poder y sabiduría de Dios
1 Corintios 18-32
18 Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero
a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.
19 Pues está escrito:
Destruiré la sabiduría de los sabios,
Y desecharé el entendimiento de los entendidos.
20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el
disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría
del mundo?
21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a
Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes
por la locura de la predicación.
22 Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría;
23 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos
ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura;
24 mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder
de Dios, y sabiduría de Dios.
25 Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo
débil de Dios es más fuerte que los hombres.
26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos
sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;
27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a
los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a
lo fuerte;
28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no
es, para deshacer lo que es,
29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.
30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido
hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el
Señor.

Declaración de Confianza (Salmos 31)/ Iglesia de Cristo 1(1 Corintios 1:11-18)



CONGREGADOS AL NOMBRE DEL SEÑOR JESUCRISTO,
ASAMBLEA CRISTIANA DE LOTA,
PROGRAMA de EVANGELIZACIÓN,
EL EVANGELIO DE CRISTO A TRAVÉS DE LA BIBLIA,
ASAMBLEA CRISTIANA, HERMANOS LIBRES, LOCAL EVANGÉLICO, SALA EVANGÉLICA, CENTROS BÍBLICOS,
www.ectb21.blogspot.com,
www.hermanoslota.jimdo.com

Vida Cristiana 1°Corintios 1





1 Corintios 1

Salutación
1 Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes,

2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:

3 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Acción de gracias por dones espirituales
4 Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús;

5 porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia;

6 así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros,

7 de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo;

8 el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo.

9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.

¿Está dividido Cristo?
10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.

11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas.

12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo.

13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?

14 Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo,

15 para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre.

16 También bauticé a la familia de Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro.

17 Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.

Cristo, poder y sabiduría de Dios
18 Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.

19 Pues está escrito:
Destruiré la sabiduría de los sabios,
Y desecharé el entendimiento de los entendidos.
20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?

21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.

22 Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría;

23 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura;

24 mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.

25 Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;

27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;

28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es,

29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.

30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;

31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.

El Evangelio a los gentiles (Romanos 15)



Romanos 15

1 Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas
de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos.

2 Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno,
para edificación.

3 Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está
escrito: Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre
mí.

4 Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra
enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la
consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.

5 Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre
vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús,

6 para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo.

El evangelio a los gentiles

7 Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos
recibió, para gloria de Dios.

8 Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión
para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas
hechas a los padres,

9 y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia,
como está escrito:
Por tanto, yo te confesaré entre los gentiles,
Y cantaré a tu nombre. m
10 Y otra vez dice:
Alegraos, gentiles, con su pueblo. m
11 Y otra vez:
Alabad al Señor todos los gentiles,
Y magnificadle todos los pueblos.
12 Y otra vez dice Isaías:
Estará la raíz de Isaí,
Y el que se levantará a regir los gentiles;
Los gentiles esperarán en él.
13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer,
para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.

14 Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros
mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento,
de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros.

15 Mas os he escrito, hermanos, en parte con atrevimiento, como
para haceros recordar, por la gracia que de Dios me es dada

16 para ser ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el
evangelio de Dios, para que los gentiles le sean ofrenda
agradable, santificada por el Espíritu Santo.

17 Tengo, pues, de qué gloriarme en Cristo Jesús en lo que a Dios
se refiere.

18 Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por
medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y
con las obras,

19 con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de
Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores
hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo.

20 Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde
Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre
fundamento ajeno,

21 sino, como está escrito:
Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él,
verán;
Y los que nunca han oído de él, entenderán.
Pablo se propone ir a Roma
22 Por esta causa me he visto impedido muchas veces de ir a
vosotros.

23 Pero ahora, no teniendo más campo en estas regiones, y
deseando desde hace muchos años ir a vosotros,

24 cuando vaya a España, iré a vosotros; porque espero veros al
pasar, y ser encaminado allá por vosotros, una vez que haya
gozado con vosotros.

25 Mas ahora voy a Jerusalén para ministrar a los santos.

26 Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda
para los pobres que hay entre los santos que están en
Jerusalén.

27 Pues les pareció bueno, y son deudores a ellos; porque si los
gentiles han sido hechos participantes de sus bienes
espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales.

28 Así que, cuando haya concluido esto, y les haya entregado este
fruto, pasaré entre vosotros rumbo a España.

29 Y sé que cuando vaya a vosotros, llegaré con abundancia de la
bendición del evangelio de Cristo.

30 Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el
amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios,

31 para que sea librado de los rebeldes que están en Judea, y que
la ofrenda de mi servicio a los santos en Jerusalén sea acepta;

32 para que con gozo llegue a vosotros por la voluntad de Dios, y
que sea recreado juntamente con vosotros.

33 Y el Dios de paz sea con todos vosotros. Amén.

Salmos 30/ Romanos 14: 12-23 y 15: 1-6



Acción de gracias por haber sido librado de la muerte

1 Te glorificaré, oh Jehová, porque me has exaltado,
Y no permitiste que mis enemigos se alegraran de mí.
2 Jehová Dios mío,
A ti clamé, y me sanaste.
3 Oh Jehová, hiciste subir mi alma del Seol;
Me diste vida, para que no descendiese a la sepultura.
4 Cantad a Jehová, vosotros sus santos,
Y celebrad la memoria de su santidad.
5 Porque un momento será su ira,
Pero su favor dura toda la vida.
Por la noche durará el lloro,
Y a la mañana vendrá la alegría.
6 En mi prosperidad dije yo:
No seré jamás conmovido,
7 Porque tú, Jehová, con tu favor me afirmaste como monte fuerte.
Escondiste tu rostro, fui turbado.
8 A ti, oh Jehová, clamaré,
Y al Señor suplicaré.
9 ¿Qué provecho hay en mi muerte cuando descienda a la
sepultura?
¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?
10 Oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí;
Jehová, sé tú mi ayudador.
11 Has cambiado mi lamento en baile;
Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
12 Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado.
Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.

Romanos 14
Los débiles en la fe

12 De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.

13 Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino
más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano.

14 Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí
mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo
es.

15 Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no
andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se
pierda aquel por quien Cristo murió.

16 No sea, pues, vituperado vuestro bien;

17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz
y gozo en el Espíritu Santo.

18 Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es
aprobado por los hombres.

19 Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua
edificación.

20 No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las
cosas a la verdad son limpias; pero es malo que el hombre haga
tropezar a otros con lo que come.

21 Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu
hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite.

22 ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios.
Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que
aprueba.

23 Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no
lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado.

Romanos 15
1 Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas
de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos.

2 Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno,
para edificación.

3 Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está
escrito: Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre
mí.

4 Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra
enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la
consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.

5 Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre
vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús,

6 para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo.



Poder y Gloria de Jehová (Salmos 29) / Edificación de la vida cristiana (Romanos 14: 10-23)



Salmos 29
Poder y gloria de Jehová

1 Tributad a Jehová, oh hijos de los poderosos,
Dad a Jehová la gloria y el poder.
2 Dad a Jehová la gloria debida a su nombre;
Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.
3 Voz de Jehová sobre las aguas;
Truena el Dios de gloria,
Jehová sobre las muchas aguas.
4 Voz de Jehová con potencia;
Voz de Jehová con gloria.
5 Voz de Jehová que quebranta los cedros;
Quebrantó Jehová los cedros del Líbano.
6 Los hizo saltar como becerros;
Al Líbano y al Sirión como hijos de búfalos.
7 Voz de Jehová que derrama llamas de fuego;
8 Voz de Jehová que hace temblar el desierto;
Hace temblar Jehová el desierto de Cades.
9 Voz de Jehová que desgaja las encinas,
Y desnuda los bosques;
En su templo todo proclama su gloria.
10 Jehová preside en el diluvio,
Y se sienta Jehová como rey para siempre.
11 Jehová dará poder a su pueblo;
Jehová bendecirá a su pueblo con paz.

Romanos 14: 10-23
Los débiles en la fe

10 Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué
menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos
ante el tribunal de Cristo.
11 Porque escrito está:
Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla,
Y toda lengua confesará a Dios. m
12 De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.
13 Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino
más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al
hermano.
14 Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí
mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo
es.
15 Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no
andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se
pierda aquel por quien Cristo murió.
16 No sea, pues, vituperado vuestro bien;
17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz
y gozo en el Espíritu Santo.
18 Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es
aprobado por los hombres.
19 Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua
edificación.
20 No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las
cosas a la verdad son limpias; pero es malo que el hombre haga
tropezar a otros con lo que come.
21 Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu
hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite.
22 ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios.
Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que
aprueba.
23 Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no
lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado.